Cómo hacer bambas de nata | KreaKawa

Cocina 05/04/2012 0:16

Ayer nos invitó a merendar nuestra amiga Lidia en su casa de Salobreña. Y nos tenía preparadas una bambas de nata para chuparse los dedos. Hoy publicaba la receta en su blog “Atrapada en mi cocina” y no he podido resistirme a duplicarla aquí. Yo me comí una y media, pero me hubiera comido una docena!! Están… más que buenas… riquísimas!!

No se si alguna vez he comentado que prefiero mil veces la bollería casera a la más sofisticada repostería, ya sean cupcakes, macaron, layer cake o similar. Siendo éstas últimas propuestas mucho más llamativas que cualquier pieza de bollería, no dudaría si tuviera delante ambas propuestas, cogería con los ojos cerrados uno de estos bollos. Hacía tiempo que quería preparar bambas rellenas de nata. Y fue viendo las fotos del cumpleaños de la gran dama de la cocina, nuestra amiga Begoña, de Las recetas de Marichu y las mías, donde aparecían unas maravillosas cristinas, como también se llaman, cuando decidí que utilizaría su receta. Busqué en su blog y no me aparecían, hasta que ella misma me confirmó que la receta que había utilizado era de los bollos de bath, que si que tiene publicada en su blog, y que puso de moda, Su, de Webos Fritos, siendo esta receta del gran maestro Richard Bertinet. Sin ánimo de imitar al maestro, ni a las maestras Su y Begoña, he querido preparar también estos deliciosos bollitos, y rellenar algunos de ellos con nata, evocando tiempos de juventud en los que nuestra línea nos permitía comernos una de esas bambas tan deliciosas sin tener remordimientos después.

La única complicación de esta receta es el largo amasado que necesitan estos bollos, y otro pequeño inconveniente son los tiempos de los levados, que son muy largos, pero durante los cuales podemos aprovechar para hacer otras cosas. Ya que ellos solitos levan. En la receta de Begoña y Su, lo hacen todos los levados seguidos, pero en total tendríamos más de 8 horas, por lo que si queremos tomarlos para el café tendríamos que madrugar bastante para hacerlos, por lo que yo preparé el fermento por la noche y lo dejé toda la noche. Empecé a amasar a las nueve y media y los bollos estaban listos para tomar a las cuatro y media de la tarde. Así que tenéis que ir ajustando las horas según os convengan, procurando que el último levado sea el establecido, no más de él, ya que estropearía el trabajo de tantas horas. Otra opción es hacerlos y congelarlos, sacándolos y horneándolos durante 10 minutos a 150º.

INGREDIENTES:

 

  • Para el fermento:
  • 125 gr. de harina
  • 125 gr. de agua
  • 5 gr. de levadura fresca
  • Para la masa:
  • Todo el fermento
  • 410 gr. de harina de fuerza
  • 10 gr. de levadura
  • 125 gr. de mantequilla
  • 60 gr. de azúcar
  • 2 huevos grandes (yo puse tres medianos)
  • 150 gr. de leche (yo hubiese puesto menos)
  • 7 gr. de sal
  • Para el glaseado:
  • 100 ml. de leche
  • 75 gr. de azúcar
  • Para decorar:
  • Azúcar granulado (¡Ojo!, yo compré uno que decía que era granulado y luego me llevé el fiasco, era sólo un poco más grueso que el normal, así que comprobad tocando el paquete que los gránulos son grandes)
  • Para el relleno de nata (para rellenar seis bollos):
  • 400 gr. de nata
  • 3 ó 4 cucharadas de azúcar glass
PREPARACIÓN:
Lo primero que tenemos que preparar es el fermento, para ello mezclamos la harina, el agua y la levadura desmenuzada. Mezclamos con una espátula de silicona y metemos el bol en una bolsa, bien cerrada para que no le entre aire. Dejaremos de dos horas y media a tres. Podéis hacer como yo, y dejarlo toda la noche.
Ahora nos toca amasar, podéis hacerlo a mano, pero acabaréis extenuados, lo mejor es tener una buena amasadora, o, como mínimo, una amasadora. Añadimos todos los ingredientes de la masa, incluido el fermento, evitando echar a la vez la sal y la levadura, y dejaremos la leche, que la iremos añadiendo poco a poco, conforme veáis que le hace falta a la masa. Yo cometí el error de echarla casi de golpe, y después de mucho amasado (con la kitchen aid), tuve que hacer lo que nunca se debe hacer en estos casos, añadir un poco más de harina, aunque pienso que el problema se hubiese solventado echando un poco menos de leche. Cuando tengamos la masa elástica y fina, después de más de media hora amasando, como fue mi caso, la sacamos, y ponemos sobre una superficie enharinada, le damos forma de bola y metemos en un bol enharinado. Tapamos y dejamos levar una hora.
Después de esa hora volvemos a sacar, le sacamos el aire a la masa y la doblamos y de nuevo formamos una bola. Pasamos al bol, tapamos y a esperar otra hora que leve de nuevo.
De nuevo sacamos y dividimos la masa en doce porciones de unos 100 gr. Haremos una bola con cada una de ellas y dejaremos de seis en seis sobre papel de hornear dentro de la bandeja de horno. Los pondremos separados, ya que crecen mucho. Tapamos con un paño y esperamos que leven de dos horas y media a tres. Yo he metido las bandejas en el horno apagado para preservarlas de corrientes de aire y que crecieran a una buena temperatura.
Sacamos las bandejas del horno, si están levando dentro. Dejamos tapadas y ponemos a precalentar el horno a 180º. Mientras se precalienta el horno preparamos la glasa, calentando la leche con el azúcar hasta que ésta se disuelva. Dejamos templar. Pintamos los bollos, con la ayuda de un pincel de silicona, con la glasa y metemos en el horno durante unos 15 minutos. Sacamos y pintamos de nuevo con la glasa, y le añadimos por encima el azúcar glanulado o como el mío, el casi granulado. Dejamos enfriar sobre una rejilla.
Montamos la nata, con la ayuda de unas varillas, añadiendo poco a poco el azúcar cuando ya está casi montada y dejamos enfriar un poco en el frigorífico hasta que se enfríen los bollos. Cuando éstos ya estén fríos abriremos por la mitad y rellenaremos de nata, con la ayuda de una manga pastelera.
Y con esta receta os voy a dejar toda la Semana Santa, ya que hasta el lunes no voy a volver a publicar, me toca descansar (je,je, olvidaba que esa palabra no está en mi diccionario). Cada vez que os acordéis de mí os podéis llevar uno de estos magníficos bollitos. Están realmente exquisitos. Pues, lo dicho, y tened cuidado en las carreteras si vais a coger el coche y no os olvidéis de divertiros y disfrutar al máximo de esta Semana Santa.
Lidia.

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